¿Los bancos crean dinero de la nada?

¿Los bancos crean dinero de la nada?

Una pregunta bastante interesante cuando se trata de entender cómo funciona el dinero, pues saber de dónde viene y a dónde va, nos ayuda a comprender el ciclo económico con el que interactuamos. Y es que la respuesta es que sí, lo hacen.

Efectivamente los bancos comerciales crean dinero de la nada, por así decirlo, pero la realidad es que no es magia ni mucho menos ilegal, solo es parte del sistema financiero moderno, y en este blog, entenderás cómo funciona.

Cuando un banco concede un crédito, en verdad no está prestando billetes que ya existían, en vez de eso, genera nuevos billetes con un solo click, y esto es lo que se conoce como creación endógena del dinero.

Pero no es algo que se pueda hacer a diestra y siniestra, pues existen ciertos parámetros que se deben cumplir antes, y todos estos estándares y códigos, coexisten bajo Basilea III, que desde mediados del 2008, regula todo esto.

¿Qué es Basilea III?

A grandes rasgos, es un conjunto de normas internacionales creadas para fortalecer el sistema financiero mundial y fueron creadas por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, el cual funciona bajo el Banco de Pagos Internacionales (BIS).

Su objetivo es hacer que los bancos sean más sólidos y resistentes frente a las crisis financieras, y la iniciativa nace directamente desde la crisis financiera del 2008, en donde muchos bancos fueron rescatados debido a deudas y falta de liquidez.

¿Qué exige Basilea III?

Primero que todo hay que saber que aunque este conjunto de normas nació cerca del 2008, es desde el 2013 que se ha ido implementando de forma progresiva a nivel mundial, y aunque aún faltan países que se adapten bien a estas normativas, la aplicación total en muchos países será este mismo año 2025.

Algunas de las exigencias que hace Basilea III a los bancos comerciales son las siguientes:

1.- Más capital y de mejor calidad: enfocándose en que los bancos tengan más capital propio que realmente les pertenezca, en relación al riesgo que asumen.

Se enfoca especialmente en el Capital de Nivel 1 (Tier 1), lo que vendrían siendo acciones ordinarias.

2.- Cociente de capital más estricto: Aquí se exige que al menos un 8% de los activos ponderados por riesgo esté respaldado por capital. Esto considerando que antes los bancos podían tener un capital muy bajo frente a sus activos.

3.- Colchón de conservación de capital: Como lo dice el nombre, aquí se les pide a los bancos tener un colchón de capital para tiempos difíciles, estableciendo este extra en hasta un 2.5%.

Para explicar esto mejor, si el banco tiene $1.000 millones en activos ponderados por riesgo, $80 millones serían el equivalentes al 8% que mencionamos antes, y este 2.5% extra que sirve de colchón, debería ser de $25 millones.

4.- Índice de apalancamiento: En este punto se limita cuánto puede endeudarse un banco en total, sin importar el riesgo de sus activos. Básicamente para que no se les vaya de las manos la posible deuda que puedan generar.

5.- Ratios de liquidez: Suponiendo que entramos en una crisis, el banco debería ser capaz de sobrevivir 30 días con activos líquidos. LCR (Liquidity Coverage Ratio). Además, necesitan una estructura de financiamiento estable para el largo plazo. NSFR (Net Stable Funding Ratio).

¿Chile se guía por Basilea III?

Efectivamente, los bancos comerciales se alinean con las normativas de Basilea III, si bien su implementación ha sido gradual, desde el 2021 en adelante los bancos comenzaron con el proceso de adaptarse a estos estándares, supervisados por el Banco Central de Chile y la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).

Aunque aún después de ver todas las exigencias de Basilea III, no hay ninguna que impida crear dinero de la nada, entonces ¿cómo funciona realmente el tema principal del que hablamos? Pues vamos con un ejemplo.

Imagina que vas al banco y pides un crédito de $10 millones. El banco no tiene que tomar dinero de alguien más para prestártelo, simplemente hace un par de clicks y anota en tu cuenta que tienes $10 millones.

Listo, se crearon $10 millones de la nada y ahora están en tu cuenta. Nadie fue al banco a dejar esa plata para que después el banco te la prestara, lo que hace el banco es crear este depósito a tu nombre y registrar en sus libros un activo, el préstamo que tú les debes.

Y en materia de contabilidad, se vería de la siguiente forma:

Activos: Un crédito de $10 millones (Tú le debes al banco).

Pasivos: Un depósito de $10 millones (El banco te debe ese dinero a ti).

¿Por qué el banco puede crear dinero de la nada?

Esto sucede porque nuestro sistema es un sistema de reserva fraccionaria, en donde el banco no necesita tener todo el dinero que presta, pues solo debe mantener un cierto porcentaje de reservas líquidas.

Fuera de ese porcentaje, puede prestar todo lo que quiera libremente, creando más depósitos y más dinero que permite a la economía seguir girando mientras se ajusta la corbata.

Y ojo aquí, porque esta es la parte en la que todo se empieza a unir. El sistema de reserva fraccionaria implica que si haces un depósito de $1.000.000 en el banco, y la reserva obligatoria en ese banco es del 10%, el banco guarda $100.000 y puede prestar el resto.

Ahora, este proceso se repite muchas veces, como resultado de este ciclo, y a partir del depósito inicial, se va creando más dinero en la economía. Fenómeno que se llama multiplicador monetario.

Esto es legal porque el dinero sigue existiendo como depósitos en otras cuentas, y a pesar de que la institución no está obligada a tener el 100% del dinero físico, se asume que no todo el mundo retirará sus fondos al mismo tiempo.

En caso de que eso pasara, las instituciones bancarias podrían negarse a entregarte tu dinero para evitar quebrar, y si bien lo que se conoce como “corralito” es posible, realmente es difícil y la situación y crisis debería estar descontrolada.

Ahora, perfectamente podrían seguir creando dinero eternamente hasta llegar al caos, en el que habría tanto dinero dando vueltas allá afuera, que su valor empezaría a desplomarse, así que aparece la pregunta clave: ¿Cuándo se detiene la rueda?

¿Qué frena a los bancos a crear más dinero eternamente?

Aquí es cuando entran las normas de Basilea III, que si bien no te dicen explícitamente la cantidad de dinero que puedes crear, lo controlan con las exigencias que solicitan. Pues los bancos necesitan capital propio, necesitan un colchón de emergencia y necesitan liquidez.

Además de esos factores, también está el índice de apalancamiento, el cual regula el punto hasta donde se puede endeudar un banco, por lo que todas estas exigencias le ponen un límite al banco de todo lo que puede prestar “creando dinero de la nada”.

Sin duda el sistema no nos deja de asombrar, porque aún cuando el dinero físico sí es limitado, a nivel electrónico la cosa cambia. Mientras no vayan todos a retirar su dinero del banco al mismo, el sistema no colapsará, pero por ahora, lo único que nos queda es la confianza de lo electrónico.

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